El hombre prudente aprovechará la ocasión,
pero qué lastima da ver al que se duerme
y deja pasar la oportunidad.
Uno de los primeros signos que exhiben las personas que alcanzan sus sueños es la ambición. Se conoce a estas personas como trabajadoras entregadas, siempre preocupadas porque las cosas se hagan. Ellas ven oportunidades y las conquistan a causa de su ambición. La ambición es una energía que se encuentra dentro de nosotros. Hay tres formas de extraer esta energía:
1. El enojo. Súbitamente una persona recibe energía suficiente como para hacer cosas poco comunes. Aunque la energía estaba presente en ella todo el tiempo, no había sido activada. No era que no la tuviera. El enojo activó esa energía disponible.
2. El potencial de las personas y su aprovechamiento. Cuando las personas descubren su potencial, bien sea porque alguien les habla de una manera especial o porque simplemente prueban su capacidad de logro, la energía subyacente en ellas resucita, se motivan y desean demostrar lo buenas que son. La energía fluye.
3. Mediante un sistema que reconozca los logros obtenidos. Esto también activa a la gente porque desafía su interés. Como en los casos anteriores, la clave consiste en “despertar” lo que subyace en todos nosotros. Solamente se requiere la forma de activarla.
BENEFICIOS
· Nosotros creamos las oportunidades. No llegan necesariamente a nuestra manera. Nadie le ofrecerá una oportunidad a un perezoso, porque se sabe que esta clase de personas no saltará para conquistarla. La ambición salta sobre la oportunidad cuando ésta se presenta.
· Activada la energía, trabajamos y contamos para algo y vemos toda clase de oportunidades. Algunas personas dicen que no ven oportunidad alguna. La razón es porque no han activado su energía. Nuestras vidas experimentan lo que llamamos auto-propulsión, si activamos la energía de manera correcta. Si aunamos las oportunidades a la energía y a la ambición, lograremos éxito.
· Ganamos los favores realmente. Algunos dirán que fue cuestión de suerte, pero otros dirán que cuanto más practican y más trabajan, más suerte los acompaña. Se trata de una verdadera ley. Hay gente que cree que la vida es suerte. No lo es. Somos nosotros los que con nuestros esfuerzos ganamos el chance.
· Ganamos la oportunidad, porque constituimos cierta clase de personas de carácter que suma la ambición con la oportunidad. No es un regalo. No se trata de algo que sencillamente viene hacia nosotros. La oportunidad va en pos de las personas entregadas: aquellas que son ambiciosas y responsables; que demuestran actitud positiva, que saben que las cosas no ocurren por sí solas y que por lo tanto hacen que ellas ocurran.
· Cuando logramos días productivos resultado de la ambición, nos sentimos bien. La productividad se transforma en auto-motivador, en un sistema de propulsión dentro de nosotros. Nadie nos impulsa desde el exterior. Somos impulsados desde nuestro interior.
INGREDIENTES
Las personas con ambición muestran en su conducta las siguientes características:
· Conocen el valor de planificar y el valor del plan de funcionamiento. Saben que hay un límite de tiempo y por esto debe ser sabiamente invertido. Les interesa que las cosas se hagan y miden su progreso. Un viejo dicho reza: “Si quieres que las cosas se hagan, pide que las haga la persona que de por sí ya está ocupada”. Esta persona encuentra el tiempo y dice: “Debe hacerse”.
· La gente ambiciosa tiene un patrón de pensamiento productivo y descubre las oportunidades. Las impulsa la energía activada. Se muestran llenas de ambiciones a causa de las oportunidades que ven y sobre las cuales trabajan. Hacen el trabajo porque ven la necesidad; planifican, porque saben que no pueden hacer todo a la vez.
· Constantemente se auto-evalúan. Se miran y se miden en su cronograma: ¿Cómo lo estoy haciendo? Al proceder así, estas personas encuentran mejores métodos, mayores posibilidades y consideran que el trabajo es una oportunidad que siempre se encuentra disponible y no le huyen.- siempre hay cosas que hacer para quienes quieran hacer algo. Las oportunidades son para los ambiciosos. Cuando terminan de eliminar de la lista algo ya concluido, le añaden otra tarea. Es un flujo constante, es el propulsor que activa su propia energía.
PASOS A SEGUIR
1. Manténgase activo con objetivos y sueños; la ambición y la energía están siempre disponibles. Cuando la utilizamos, tenemos necesidad de más energía, como sucede con la gasolina en un carro. No le ponemos más gasolina hasta tanto hayamos quemado la inicial. Igual pasa con nosotros, no activamos más energía en el cuerpo hasta no haber consumido la porción anterior. A veces, sentimos pereza porque no hemos quemado toda la energía. Sólo se renovará después de haberla consumido.
2. Verá llegar más oportunidades; que a la vez traerán más sueños, más objetivos y más metas. Así funciona el sistema. Si lo entendemos y lo desarrollamos, se convierte en auto-propulsor.
3. Trate siempre de motivar a las personas para extraerles la energía y la ambición que subyacen adormecidas en ellas.
Recuerde que la Aplicación correcta de los principios, los convierte en hábitos; a su vez, los hábitos correctos le añaden valor a su carácter. Todo lo que eleva el sentido moral, tiende a ser protegido, preservado
Reflexione y responda:
¿Está bien ser ambicioso? ¿Por qué?
¿Por qué el poder y el éxito están escoltados por los problemas?
¿Las oportunidades se ganan o son cuestión de favoritismo?
Auto-evaluación:
Vuelva a leer el principio ¿Qué tan bien aplica usted este principio en su vida?
Evalúese de 1 a 10 en moderación: (1) – (2) – (3) – (4) – (5) – (6) – (7) – (8) – (9) – (10)
¿Por qué se dio esta calificación? ________________________________________________________________________
¿Qué beneficios obtendría al subir su calificación? ___________________________________________________________
¿Qué acción específica puede poner en práctica para probar los beneficios de este Principio?
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Chequeo de la lectura diaria del principio:
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El secreto de ir adelante es saber empezar