Quien tenga visión sobre alguna cosa y vaya tras ella, pondrá presión sobre sí.
Presión es exigirnos más a sí mismos para disciplinarnos. La presión es una escogencia propia. Por ejemplo, en los deportes nos esforzamos al máximo para alcanzar una meta; en los negocios, procuramos coordinar esfuerzos y recursos para obtener logros. La presión es una imposición voluntaria que nos hacemos cuando queremos alcanzar algo valioso.
BENEFICIOS
Cuando nos presionamos a nosotros mismos para alcanzar propósitos y sueños, podemos disfrutar de varios beneficios:
· Hacer lo que es moralmente correcto, pues la presión más valiosa y más válida es la que nos imprimimos nosotros mismos.
· Disfrutar de la pasión de seguir nuestras visiones, nuestros sueños y de ir tras ellos, concretando metas y alcanzando desafíos.
· Aprender a canalizar los deseos y las ideas, en proyectos que logramos concretar y que nos mantienen en marcha.
· Alcanzar triunfos propios, valorando aún más lo que somos y lo que logramos en la vida.
INGREDIENTES
Las personas que han aprendido a seguir una presión voluntaria:
· Tienden a actuar bajo su propia presión, no requieren de supervisión o de seguimiento estricto, hacen las cosas por sí mismas.
· Diseñan estrategias, para alcanzar sus metas y proyectar sus recursos.
· Van hacia delante y tienen la vista puesta en un objetivo, son personas decididas y determinadas.
· Les encantan los retos, es como si la vida no estuviera completa sin retos. Siempre están buscando y encontrando retos.
· Su mayor empuje es que quieren lograr algo, lo cual es una característica muy especial y disponible en todos los seres humanos. El sentido de logro es la base de una auto-estima superior.
En este punto es importante decir que todos deberíamos vivir bajo presión propia y que nadie debiera vivir bajo estrés. Por supuesto, en cualquier momento es posible padecer de algo de estrés; pero no vale la pena cultivar una vida con altos niveles de estrés, pues es sumamente peligroso para la salud.
Cuando la presión se convierta en estrés, podemos reajustar nuestras metas y así controlar el estrés nocivo. Al conocer y entender nuestro cuerpo logramos hacer los ajustes necesarios.
La persona reactiva, aquella que no se presiona a sí misma y que vive respondiéndole al día a día, está permanentemente bajo estrés. El estrés proviene de padecer una sobrecarga que genera la sensación de estar atrapado y acorralado en un túnel sin poder ver el final, ni tampoco poderse devolver.
PASOS A SEGUIR
Para desarrollar la presión propia, se requiere:
1. Sea pre activo, escoja y aprenda a vivir con presión constante. Escoja mirar hacia delante para ver lo que viene. Aprenda a prevenir el desastre, a evitar los cuellos de botella y a reducir al máximo las demandas de último momento. Mantener altos estándares exige programar muy bien. Disfrute la adrenalina que acompaña los grandes retos. Ya sea en el trabajo, en los negocios o en la familia, experimente estos sentimientos y comprobará que no quiere vivir sin ellos.
2. No se sienta satisfecho con ser promedio y desee sobresalir. Las personas que marcan la diferencia, justamente son las pre activas. Trate deshacer que las cosas ocurran, piense en que esto es más importante que el costo o la presión que requieren para lograrlo.
3. Vea las cosas como debieran ser, o podrían ser, y disfrute viéndolas realizadas, sabiendo que ese es sueño realizado.
4. Pague el precio de vivir bajo presión. Deje de ser un espectador y sea el protagonista de su vida. El precio es vivir bajo presión propia. Disfrute de los retos y, sobre todo, entienda que sin presión no hay progreso.
5. Acepte la presión como parte de las ganancias. Mire la vida como el escenario en donde participamos. Tenga un sueño, tenga una visión, pues si no se tiene el deseo de dirigirse a alguna parte, la vida se paraliza y adquiere monotonía y sosedad. Sólo cuando descubra que la vida es un juego, en el que se gana y se pierde por vivir o no bajo presión, se abrirá paso. La vida se mueve con entusiasmo.
6. Mantenga su mente despierta pensando en las posibilidades. Se trata de un avance pre activo en su espíritu. Recuerde que hemos sido diseñados para ser activos. La pasividad enfermiza es, de hecho, una patología del espíritu.
7. No cierre su mente por completo, quedará como muerto. Sin sueños, sin motivaciones no se tiene combustible interno. Su mente está inquieta cuando explora, cuando sueña, cuando se proyecta hacia el futuro; pero, mucho más importante aún, cuando obtiene los logros que ha explorado, soñado y proyectado. Es un circulo virtuoso que se alimenta a sí mismo.
Recuerde que la Aplicación correcta de los principios, los convierte en hábitos; a su vez, los hábitos correctos le añaden valor a su carácter. Todo lo que eleva el sentido moral, tiende a ser protegido, preservado y empleado para bien.
Reflexione y responda:
¿Tiende usted a ser proactivo o reactivo? ¿Por qué?
¿Qué clase de presión es positiva para usted y cuál tiende a agobiarlo?
Auto-evaluación:
Vuelva a leer el principio ¿Qué tan bien aplica usted este principio en su vida?
Evalúese de 1 a 10 en moderación: (1) – (2) – (3) – (4) – (5) – (6) – (7) – (8) – (9) – (10)
¿Por qué se dio esta calificación? ___________________________________________________________________
¿Qué beneficios obtendría al subir su calificación? ___________________________________________________________________
¿Qué acción específica puede poner en práctica para probar los beneficios de este Principio?
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Chequeo de la lectura diaria del principio:
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Las ideas no funcionan nunca, a menos que se realicen