Planeación Efectiva

Viva cada día como si fuera a morir mañana;
planee su futuro como si fuera a vivir cien años

Hay una ley de la vida que tiene una contundencia tremenda: Si no planificamos nada, “nada sucede”. Para poder hacer algo en la vida, necesitamos que en nuestra creencia haya inspiración, pero si no sabemos qué hacer ni para dónde ir, no podemos imaginar el futuro ni pensar con claridad lo que queremos para nosotros, para quienes amamos y para nuestras empresas y sociedades.

BENEFICIOS

Muy pocas cosas se logran hacer sin una visión del futuro y sin un plan sobre cómo cristalizar ese futuro.  Al planear se alcanzan ventajas como:

Vivir deja de ser una rutina.  Si hacemos de la vida un juego planificado y una estrategia en nuestra mente, nos divertiremos. La emoción que causa el plan se convierte en el centro de atracción, lo que nos permite cada vez más alcanzar mayores niveles de logros.

Ordenamos nuestra vida, porque le damos sentido y la podemos encaminar hacia aspectos más interesantes y constructivos.

Podemos medir nuestro progreso  y el plan se convierte en las reglas a seguir y en un juego con responsabilidades propias.

Asumimos la actitud de gente efectiva.  Simplemente porque ahora sabemos donde está la canasta para encestar o el arco para lograr los goles.  De hecho, si no sabemos para dónde ir, cualquier camino puede servir, pero no da igual seguir uno u otro.

INGREDIENTES

Las personas que habitualmente planean, tienen unos elementos en común:

  • Tienen una visión.
  • Escriben un plan.
  • Fijan sus objetivos.
  • Alcanzan sus objetivos y evalúan sus avances.
  • Tiene éxito; cuando no lo logran, pueden precisar qué falló o qué no hicieron y lo intentan de nuevo.

Planear es similar a saber apuntar y a dar en el blanco.  Al fijarnos metas bien diseñadas, practicamos, dirigimos y seguimos el curso del plan.  Nuestra mente, enfocada hacia el objetivo, alcanza entre el ochenta y cinco y noventa por ciento de efectividad.

Puede ocurrir que en momentos de nuestra vida, perdamos el control y que las cosas no funcionen bien.  Entonces, tenemos que examinarnos y concluir que de pronto, esta falta de control se deba a que estamos haciendo parte de planes ajenos y no estamos planeando bien.  Sin un plan, simplemente respondemos a situaciones a medida que éstas se presentan.

PASOS A SEGUIR:

Para que sus planes tengan éxito, siga estos tres elementos claves:

  1. Tenga una visión, para que su mente se enfoque hacia un objetivo.  Si tiene una visión, ésta enfoca las posibilidades en su elección y en lo que usted quiere.  Así, toda su energía  y todos sus esfuerzos se dirigen hacia lo que está buscando.  La visión es la base de la planeación.
  2. Explique su misión.  La misión es el propósito de su vida.  Cuando tenga claridad de su propósito, conviértalo en parte de la vida misma.
  3. Tenga una estrategia para saber cómo va a lograr materializar su plan.  Las estrategias le facilitan llegar a su destino porque la visión se despierta y se anima.  Recuerde que los buenos planes están provistos de objetivos a corto y a largo plazo, e incluyen datos de tiempo, lugar y fecha de resultados.

Responda las preguntas fundamentales de la planeación:

¿Se puede lograr? Lo que usted pretende es viable y realista. Cada día, levántese pensando en qué va a lograr como parte de su plan.

¿Puede mantener lo que ha logrado? Asegúrese que cada paso que da, lo puede conservar para consolidar su meta.

¿Qué efecto tendrá en su familia y en sus amigos?  Ya que todo tiene un costo, planificar de manera sensata, exige considerar con anticipación estos costos.  Prevea el efecto que su plan puede causar en las relaciones familiares y de amistad.  Sobretodo, decida si el costo es mayor de lo que puede usted “pagar”.

Qué llegará a ser al final del proceso? Un viejo dicho reza: “El dinero solamente nos hace más de lo que ya somos”. Al elaborar sus planes y fijar sus metas, reflexione si sus actuales hábitos  están equivocados y si debe cambiarlos. Procure siempre actuar desde un conjunto de valores que produzcan buen carácter.  A veces, en la realidad nos encontramos con que muchas personas por conseguir algo, hacen lo que sea o al obtenerlo no han modificado sus malos hábitos.

La aplicación correcta de los principios, los convierte en hábitos; a su vez, los hábitos correctos le añaden valor al carácter; todo lo que eleva el sentido moral, tiende a ser protegido, preservado y empleado para bien.

Reflexione  y responda:

¿Qué quiere alcanzar?

¿Cómo planea lograrlo?

¿Están las metas y los planes conectados?

Auto-evaluación:

Vuelva a leer el principio ¿Qué tan bien aplica usted este principio en su vida?

Evalúese de 1 a 10 en moderación: (1) – (2) – (3) – (4) – (5) – (6) – (7) – (8) – (9) – (10)

¿Por qué se dio esta calificación?  ________________________________________________________________________

¿Qué beneficios obtendría al subir su calificación?  ___________________________________________________________

¿Qué acción específica puede poner en práctica para probar los beneficios de este Principio?
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Chequeo de la lectura diaria del principio:

L : (  )  M: (  ) M: (  ) J : (  )  V: (  )  S: (  )  D: (  )

Ponga un √  cuando lea y una X cuando no lo haga

Actúa cuando ello te brinde beneficios,

de no ser así, desiste.

 

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